¿Cuántos años dura el SATE?

El conocido como SATE resume la denominación de Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior. Se trata de una solución muy utilizada en el sector de la construcción, tanto en nuevos edificios como en rehabilitaciones.

Como funcionalidad principal incluye la mejora de la eficiencia energética de una vivienda o de una edificación. Gracias a su instalación, se incrementa el confort térmico dentro de los hogares, a la par que sirve para renovar por completo el aspecto de la fachada. Pero, ¿cuántos años dura el SATE? ¿Se trata de una buena inversión? 

A lo largo de estas líneas damos respuesta a ambas preguntas, además de contarte qué factores influyen en su vida útil y cuáles son las mejores prácticas para garantizar su rendimiento y durabilidad durante más tiempo. 

vida útil del SATE

¿De cuántos años es la vida útil del SATE?

El SATE es un material aislante que apenas necesita de mantenimiento, siendo su vida útil de unos 30 años de media, que pueden llegar a extenderse hasta los 50 años. Se trata de uno de los sistemas aislantes más eficaces y duraderos de entre todos los disponibles en el mercado actual.

Sin mantenimiento, puede estar en perfectas condiciones más de 20 años y superar los 50 años si se realizan tareas de este tipo sobre la fachada del edificio. Hablamos de un material muy rentable, y es que no sólo el coste de su colocación es muy ajustado.

Ocurre lo mismo con el mantenimiento, mucho más simple y económico si se compara con el de otros materiales. En Obras y Proyectos Aria somos especialistas en la instalación de SATE Madrid y, además, también podemos ocuparnos de su mantenimiento periódico para que tu inversión sea a muy largo plazo. 

¿Qué factores afectan a la durabilidad del SATE?

Instalar SATE en tu edificio es garantía tanto de eficacia y de ahorro de energía como de durabilidad, ya que su vida útil nunca es inferior a los 30 años. Sin embargo, su estado puede verse afectado por diversos factores que es necesario tener en cuenta. Algunos de ellos son los siguientes.

Calidad de los materiales

La calidad de los materiales utilizados en la fabricación del sistema SATE es fundamental y tiene un peso elevado en relación a su durabilidad. En este sentido, es importante considerar únicamente aquellos de altas prestaciones, con materiales de alta calidad, una capa aislante con buenas propiedades térmicas y una alta resistencia a la humedad, entre otras consideraciones.

De igual forma, es necesario priorizar aquellos sistemas con morteros de alta eficiencia y que sean muy resistentes al desgaste que producen los rayos UV y las inclemencias del tiempo.

El tipo de instalación

Para asegurar una larga vida útil de este material, conviene siempre contar con profesionales para su instalación. En Obras y Proyectos Aria podemos encargarnos de esta tarea, gracias a nuestro equipo especializado en este tipo de trabajo.

En cualquier caso, no basta con la experiencia, y es que hay que seguir las instrucciones específicas de cada fabricante de forma estricta para que el resultado sea perfecto. De lo contrario, pueden darse problemas como desprendimientos, formación de grietas o falta de adherencia, lo que puede repercutir en la durabilidad de este revestimiento.

Condiciones climatológicas del entorno

Las condiciones climáticas a las que está expuesto el sistema SATE pueden tener una gran influencia en los años que pueda durar este material. En este sentido, zonas con climas extremos pueden hacer que se acelere el desgaste de los materiales empleados.

De ocurrir esto, es vital optar por materiales adecuados y con mayor resistencia, además de realizar mantenimientos de forma más frecuente. Por otro lado, la contaminación ambiental de ciudades y áreas industriales juega también un papel determinante en la durabilidad del SATE, degradando los materiales a una mayor velocidad.

¿Qué mantenimiento necesita el SATE?

El SATE puede alcanzar e incluso superar los 50 años de vida útil si se realiza un mantenimiento adecuado y de forma periódica. Estas tareas pueden incluir diferentes tipos de trabajos, que pueden ir desde la simple limpieza de la fachada hasta la reparación de daños menores.

A continuación, te dejamos las tareas de mantenimiento específicas para este tipo de revestimiento de fachadas, las cuales sirven para resolver problemáticas bastante frecuentes.

  • Realizar limpiezas en la fachada, con el objetivo de retirar cualquier resto de suciedad o moho acumulado en la superficie de la fachada.
  • Aplicar productos protectores, para impermeabilizar la fachada y evitar problemas de humedad.
  • Arreglar pequeños desperfectos en la superficie de la fachada, derivados de actuaciones de terceros en la instalación de cableado eléctrico o de telefonía.
  • Sellar las juntas en caso de que existan desperfectos en las mismas, a fin de que este material no pierda sus propiedades aislantes y de protección del interior del edificio.
  • Mantener la estética de la fachada, cuidando que ningún elemento afecte a su aspecto ni textura, alterando su funcionalidad. 

¿Cuándo realizar el mantenimiento del SATE?

Ahora que ya sabes cuántos años dura el SATE y cuáles son las labores básicas para su correcto mantenimiento, es momento de saber cuándo deben ejecutarse estas tareas. Si quieres que tu fachada tenga la mayor durabilidad posible, es importante que su mantenimiento se realice de la siguiente manera.

  • Cada tres años se debe examinar detalladamente la fachada, analizando su estado general con el propósito de ver si existen desperfectos que puedan poner en riesgo la integridad del material.
  • Cada cinco años debe llevarse a cabo la reparación de grietas u otros signos de deterioro de la superficie. Además, es recomendable también someterla a una limpieza profunda para eliminar cualquier microorganismo que se haya podido acumular en ella. 
  • Cada diez años es aconsejable llevar a cabo un examen visual exhaustivo de la fachada, llevando a cabo todas las reparaciones y acciones que sean necesarias.

El SATE es una solución duradera y efectiva para mejorar la eficiencia energética y el confort térmico en el interior de los edificios. Con una vida útil que puede superar los 30 años y llegar hasta los 50 con un mantenimiento adecuado, este material es una inversión a largo plazo.

No sólo por su durabilidad, sino también por su contribución al ahorro energético en el interior de los hogares de un bloque de viviendas. Apuesta por el SATE y disfruta de un revestimiento para fachada duradero y con un rendimiento excepcional.

Deja un comentario