Los aislamientos térmicos que se empleaban hace décadas no tenían, ni de lejos, la calidad de los aislantes que se utilizan hoy en día. Por este motivo, es normal que muchos usuarios se pregunten cómo aislar una casa ya construida para ganar en calidad de vida.
La mayor parte del parque de viviendas español es anterior a los años 80, lo que significa que en esas casas no se disfruta de una temperatura de confort en su interior. El aislamiento de una casa está, además, estrechamente ligado a la eficiencia energética.
Debido a ello, es totalmente normal que, si vive en una casa con unos cuantos años, sus facturas de luz y gas sean algo elevadas. Si quiere saber cómo solucionar esta problemática y aislar su casa del calor y del frío, se lo contamos en Obras y Proyectos Aria.
¿Cómo aislar una casa ya construida del frío y del calor?
Ya sea que viva en su vivienda desde hace años o la haya adquirido recientemente, le contamos con detalle los puntos clave donde puede actuar mejorando el aislante térmico. ¿Quiere saber cómo conseguir un espacio confortable y sostenible en su hogar con 4 cambios altamente rentables?
A continuación, le contamos qué partes de su hogar pueden ser las principales causantes de la pérdida de energía y cómo ponerle solución a este problema.
Aislar fachadas térmicamente
Si se ha preguntado alguna vez cómo aislar las paredes del frío, las soluciones a su alcance son varias. En la actualidad, existen varios tipos de aislantes térmicos, tanto para su colocación en interior como en exterior.
¿Qué es mejor, aislar la casa por dentro o por fuera? Todo depende de las preferencias de cada usuario aunque, en todos los casos, lo más aconsejable es decantarse por aislar la fachada exterior con SATE.
El SATE permite disminuir el consumo de energía de una vivienda o edificio, ya que está demostrado que evita las fugas de calor, insonoriza e impermeabiliza. Por la fachada, de hecho, se llega a perder hasta un 25% de la energía que se produce en una casa.
Los aspectos más destacados de este revestimiento aislante térmico por el exterior es que no resta metros cuadrados a la vivienda. Se trata también de un sistema muy sencillo de instalar y que apenas interferirá en la vida de los vecinos.
Por último, sobresale del SATE su acabado y su precio. Por un lado, se adapta completamente a la fachada donde se coloca. Por otro, tiene un precio muy ajustado, que hará que se amortice en apenas 5 años.
Colocar aislamiento en el tejado
El tejado es otro punto por el que una vivienda puede perder calor. En concreto, un incorrecto aislamiento de este elemento constructivo puede suponer hasta un 30% de pérdida de energía.
De hecho, conviene prestar especial atención al estado de las cubiertas, las cuales se pueden aislar con aislantes térmicos cómo la lana de roca, la lana de vidrio o los poliestirenos extruido y expandido.
La elección de uno u otro tipo de aislante vendrá determinado por el tipo de tejado o cubierta. En el caso de los dos primeros, estos resultan los más indicados para el interior de los tejados, en cubiertas de tipo inclinado.
En cubiertas planas, sin embargo, la mejor alternativa es aislar desde el exterior con poliestirenos, ya que resisten a la perfección las altas temperaturas y el frío. En el caso del poliestireno extruido, este tiene un buen desempeño tanto para evitar las pérdidas de calor en invierno como para evitar el aumento de la temperatura interior en verano.
Aislar puertas y ventanas
Para conseguir aislar térmicamente una casa ya construida no basta únicamente con actuar sobre elementos estructurales como la fachada, las paredes o la cubierta o tejado. Uno de los principales puentes térmicos de una vivienda son las puertas y ventanas, por donde se puede perder hasta un 20% de la energía de casa.
Si tus ventanas son viejas, lo mejor es sustituirlas por unas de doble o triple cristal, con cámara de aire, marcos de PVC con rotura de puente térmico y con las cajas de las persianas bien aisladas. Si no puedes invertir tanto dinero, puedes colocar burletes o a sellar los marcos con carpinterías o silicona.
En las puertas puedes llevar a cabo esta misma acción, ya que el objetivo es conseguir que no se produzcan fugas de aire. Así, no sólo conseguirá que su casa esté siempre a una temperatura adecuada, sino que también reducirá el consumo de energía.
Aislar las paredes
Si no puede aislar su vivienda por el exterior, la única alternativa es optar por aislar las paredes interiores. Uno de los aislantes térmicos más eficaces son las planchas de poliuretano.
Otra opción es la de rellenar cámaras de aire, si estas existen en la vivienda, con aislantes en espuma. Sin embargo, las planchas son un material muy conveniente, ya que es fácil de manipular y de instalar.
Sin embargo, y aunque son un excelente aislante, no todo es positivo a la hora de aislar paredes térmicamente con estas placas. Al colocarse por el interior de las estancias, estas pierden algunos centímetros de espacio útil. Aun así, se recomienda mucho su instalación cuando no se puede recurrir a otros sistemas, y es que una casa bien aislada tiene grandes beneficios para sus habitantes.
Si le gustaría cuidar del medioambiente a la par que reduce el coste de su factura energética y no renuncia ni a un centímetro de espacio útil de su vivienda, en Obras y Proyectos Aria le recomendamos el SATE como aislamiento térmico en casas ya construidas.
Además de instalar este sistema, recomendamos también analizar el estado de su vivienda, a fin de determinar si es conveniente llevar a cabo otros trabajos como el aislamiento de cubiertas y tejados o la sustitución de las ventanas.
Contacte con nosotros si quiere obtener más información sobre nuestros servicios o pedirnos presupuesto personalizado para todo tipo de trabajos de aislamiento térmico en Madrid.
