El aislamiento en una vivienda es algo esencial si se quieren tener unas condiciones adecuadas en su interior. Por encima de todo, en lo relativo a la temperatura, ya que un aislante térmico eficaz puede ayudar a conseguir una temperatura de confort.
A lo largo de estas líneas, te contaremos qué es mejor, aislar una vivienda por dentro o por fuera. Ambas opciones tienen ventajas, pero también inconvenientes, y es importante tener toda la información posible para que la elección sea la correcta.
¿Cómo aislar una vivienda desde el exterior?
Cuando hablamos de aislar térmicamente una casa, hoy en día hay a nuestro alcance diferentes opciones. La colocación de fachadas ventiladas o de SATE son dos alternativas muy empleadas hoy en día por lo sencillo de estos trabajos.
También es frecuente la inyección de un aislante en la cámara de aire de la vivienda, así como la proyección de espuma de poliuretano. Este segundo tipo de aislante se coloca en las paredes medianeras de los edificios, donde de igual forma pueden instalarse tabiques pluviales para este fin.
¿Cuál es el mejor aislante térmico para paredes exteriores?
En Obras y Proyectos Aria realizamos toda clase de trabajos en fachadas. Entre ellos, nos encargamos de instalar aislamiento SATE, uno de los sistemas más eficientes del mercado ya que es capaz de reducir el consumo de energía hasta en un 60%.
Este aislante térmico se coloca en la fachada exterior de toda clase de viviendas residenciales y bloques de edificios, trayendo consigo un ahorro de energía y dinero para los propietarios. De hecho, este sistema es ampliamente utilizado en toda clase de obras, tanto en nueva construcción como en el exterior de viviendas ya existentes.
La razón principal es que es muy fácil de instalar y, al hacerse por el exterior de una fachada, no repercute en la vida de los vecinos o dueños de la casa. Otra de sus ventajas es que no resta metros cuadrados al hogar, lo que sí ocurre con otro tipo de aislantes que se colocan por dentro.
Asimismo, ayuda a renovar y mejorar el aspecto de la fachada por mucho más tiempo, además de proteger sus materiales de las condiciones ambientales y del paso del tiempo.
Con el SATE, además, se facilita que desaparezcan las humedades por condensación, así como el moho y los hongos, al alcanzarse una temperatura estable y de confort en el hogar.
Por último, cabe destacar que este sistema es respetuoso con el medioambiente, por lo que resulta muy conveniente y positiva su instalación.
¿Cómo aislar una vivienda por el interior?
¿Cómo aislar una vivienda del calor por dentro? En algunas ocasiones, resulta imposible instalar un aislante por el exterior. Es el caso de los edificios cuya fachada tiene un valor histórico, pero también en comunidades de propietarios, donde es complicado que todos los vecinos se pongan de acuerdo.
Aunque aislar una vivienda por el exterior tiene muchas más ventajas, a veces no queda otro remedio que hacer obras en casa. ¿En qué consiste este tipo de trabajos? En concreto, lo que se hace es instalar el material aislante escogido, fijándolo a las paredes interiores de casa.
Estos paneles sirven también para los techos, pero lo más común es verlos en paredes. Hoy en día hay diferentes tipos, como el aislamiento de poliestireno expandido con yeso laminado, el trasdosado autoportante, la espuma de poliuretano o la proyección de aislantes en las cámaras de aire interiores.
Ventajas e inconvenientes de aislar por el interior
Como ya te hemos adelantado, la solución más eficaz en todos los casos es la de instalar un aislamiento térmico por el exterior. Sin embargo, no siempre es posible y es cuando toca recurrir a opciones para el interior.
¿Cuáles son sus ventajas frente a otros sistemas? En primer lugar, cualquier tipo de aislante térmico va a conseguir un ahorro en la demanda de energía de, al menos, hasta un 50%.
Contribuye también a evitar la aparición de humedades, todo ello con una obra muy sencilla que no requiere de ningún permiso especial para su ejecución. Al ser en el interior de la vivienda, tampoco es necesario colocar andamios ni estructuras en las viviendas.
En el lado opuesto encontramos que un aislamiento por el interior resta superficie a la vivienda donde se coloca. No es el único inconveniente, ya que al cubrir sólo la propia vivienda, no impide que la fachada siga siendo un foco por el que entre o salga el calor.
¿Es posible aislar una pared sin perder espacio?
En aquellas situaciones donde no se pueda colocar SATE ni se quieran reducir centímetros en una vivienda, se puede conseguir un aislamiento eficaz. ¿Cómo? En estos casos, las protagonistas son las cámaras de aire.
Si tu vivienda cuenta con este espacio entre muros, se puede inyectar o insuflar el aislante elegido, como lana mineral, poliuretano, celulosa o perlas de poliestireno. Este tipo de trabajos es bastante rápido y apenas implica complicaciones en las obras.
Además, no repercute en el aspecto de la vivienda, tanto en su estética exterior como en la interior. Lo más importante con esta modalidad de aislantes, es procurar que se llene toda la cámara de aire, impidiendo que existan huecos que puedan provocar la pérdida o ganancia indeseada de calor.
Cada tipo de aislamiento tiene, como puedes comprobar, sus aspectos positivos y negativos. Dependiendo de las necesidades de cada hogar o bloque de edificios, será mejor o más conveniente una opción u otra. Desde Obras y Proyectos Aria recomendamos siempre la colocación de un sistema de aislamiento por el exterior, como es el SATE.
Se trata de un sistema totalmente moderno y cuyo coste se consigue amortizar en muy pocos años, gracias al ahorro de energía que este produce en las viviendas. Para más información sobre este tipo de aislante, no dudes en contactar con nosotros, a través del teléfono o de nuestro formulario de contacto.